Para avanzar en el desarrollo de sus soluciones de tren motriz de cero emisiones, Honda pondrá fin a la producción de motores de combustión para el 2040, ya que se embarcará en un impulso de gran alcance para lograr la neutralidad total en carbono para 2050.
El presidente de la compañía, Toshihiro Mibe, detalló una serie de objetivos ambiciosos en una conferencia de prensa en Japón hoy, donde solidificó el compromiso de la marca de liderar «los avances que se realizarán en las áreas de movilidad, unidad de potencia, energía y robótica».
Honda tiene como objetivo lograr la neutralidad de carbono en todos los productos y actividades corporativas para el 2050, lo que hará que cambie su enfoque principalmente hacia el desarrollo de sistemas de propulsión respetuosos con el medio ambiente y la revisión de su cadena de suministro para garantizar que los productos estén fabricados con materiales 100% sostenibles.
La marca ya había confirmado que ofrecería automóviles de pasajeros exclusivamente eléctricos en Europa a fines de 2022, pero ahora está solidificando su estrategia global de electrificación para los próximos años.
Para el 2030, Honda planea que el 40% de sus ventas sean vehículos puramente eléctricos o de celda de combustible (FCEV), aumentando al 80% para 2035 y al 100% para 2040.
Los objetivos específicos aún no se han detallado por completo, pero una asociación estratégica con General Motors acelerará los esfuerzos de electrificación en América del Norte, mientras que un total de 10 nuevos vehículos eléctricos con la insignia de Honda se lanzarán en el mercado chino dentro de cinco años.
El primer vehículo eléctrico para el mercado chino, será la versión de producción del e: prototipo mostrado en Shanghai la semana pasada.
Honda también ha confirmado que en la segunda mitad de la década, lanzará una gama de vehículos eléctricos sobre su nueva plataforma ‘e: Architecture’.
Los modelos llegarán primero a EE. UU., antes de lanzarse a otras regiones, probablemente incluida Europa.
El vehículo eléctrico autónomo Cruise Origin, desarrollado conjuntamente por Honda y GM, comenzará a probarse a finales de este año y está destinado a llegar al mercado japonés a mediados de la década de 2020.
Esta asociación también ayudará a Honda a expandir su línea de FCEV.
Para asegurar la alta competitividad de sus vehículos eléctricos de próxima generación, Honda también está investigando la viabilidad de las baterías de estado sólido, que ofrecen una mayor capacidad en comparación con las unidades de iones de litio convencionales, y planea que la tecnología llegue a los vehículos de producción en la segunda mitad de la década de 2020.
En la conferencia de prensa también se describió el objetivo de erradicar las colisiones fatales que involucren motocicletas y automóviles Honda para 2050.
En consonancia con eso, Honda prometió incluir sistemas ADAS omnidireccionales en todos los modelos lanzados en países desarrollados para 2030, y mejorar la inteligencia de sus avanzadas ayudas a la conducción.
En general, el fabricante invertirá el equivalente a 40.000 millones de dólares en investigación y desarrollo durante los próximos seis años, y se ha comprometido a tomar las medidas necesarias, incluidas las alianzas lo antes posible.