Hoy abordaremos todas las preguntas candentes que se tienen sobre vivir en un hotel: si se puede vivir en un hotel, cuánto tiempo se puede vivir allí, si alguien lo hace realmente y, por supuesto, cuánto cuesta.
¿Se puede vivir legalmente en un hotel?
Vivir en un hotel no es ilegal. Sin embargo, ten en cuenta que vivir en un hotel no es exactamente como vivir en un apartamento o en una casa por varias razones.
En primer lugar, no tendrás derechos de inquilino mientras vivas en un hotel. Estos varían según el estado, pero en general se han establecido para evitar la discriminación, garantizar unas condiciones seguras, proteger la intimidad (ten en cuenta que el personal del hotel puede entrar en la habitación si sospecha que se está produciendo una actividad ilegal), etcétera.
Básicamente, cuando te alojas en un hotel, eres un huésped -no un inquilino-, por lo que no estás protegido por las leyes que se aplican a los inquilinos.
Tampoco puedes indicar un hotel como dirección postal permanente para el envío de correo (aunque una solución fácil podría ser conseguir un apartado de correos).
¿Cuánto tiempo se puede vivir en un hotel?
Suponiendo que el hotel, el estado, la región o el país no tengan restricciones, en teoría puedes vivir en un hotel todo el tiempo que quieras (o todo el tiempo que te puedas permitir). Sin embargo, algunos hoteles ponen límites a la duración de la estancia. Esto depende de varios factores, pero el más obvio es la política específica del hotel.
También hay que tener cuidado con las leyes sobre visados, tanto si se piensa vivir en un hotel como en otro lugar. Por ejemplo, los ciudadanos estadounidenses pueden permanecer en un país del Espacio Schengen en Europa hasta 90 días con un visado de turista dentro de un periodo de 180 días. Quedarse más tiempo sería ilegal sin otro tipo de visado de larga duración.
Ventajas e inconvenientes de vivir en un hotel
He aquí algunos factores a tener en cuenta si está pensando en hacer de un hotel su próxima residencia.
Ventajas
- Facilidad: Si alguna vez pierdes la llave, el personal del hotel puede darte una nueva fácilmente, y es posible que tengas acceso a ventajas como servicio de habitaciones 24 horas al día, 7 días a la semana, o acceso al gimnasio. Si algo se rompe, el equipo de mantenimiento del hotel se encarga de ello.
- Limpieza: Olvídese de fregar el váter y hacer la cama: el servicio de limpieza lo hace por usted.
- Puntos: Gane puntos, millas y recompensas de tarjetas de crédito cargando el coste del hotel a tarjetas de crédito específicas o siendo miembro de programas de fidelidad, cosas que quizá no pueda hacer si alquila o es propietario de una vivienda.
- Compañía: Puede que le guste estar rodeado de otros huéspedes en las zonas comunes, como el bufé del desayuno, el vestíbulo, la piscina o los espacios de co-working.
- Seguridad: Su «casa» está vigilada día y noche.
- Sin facturas: Sí, es posible que pague una cuota de complejo turístico, pero no tendrá que pagar por el agua, la electricidad u otros gastos de servicios públicos tradicionales de la vivienda.
- Libertad y flexibilidad: Vivir en un hotel significa que no tienes un contrato de arrendamiento o una hipoteca que te mantiene atado a un lugar específico. Puedes ir a donde quieras, irte cuando te convenga y no estás atado a ningún compromiso a largo plazo.
- Exenciones fiscales: Algunos estados, como Texas, eximen a los huéspedes de larga estancia (más de 30 días) del pago de impuestos de ocupación hotelera. Asegúrate de comprobar las normas del estado en el que te vas a alojar.
Los contras
- Derechos y protecciones: Como hemos mencionado antes, no tendrás derechos de inquilino cuando vivas en un hotel. En teoría, el personal del hotel puede entrar en tu habitación si sospecha de alguna actividad ilegal, y puede que no tengas el mismo nivel de privacidad que tendrías viviendo en un hotel que en tu propia casa o apartamento.
- El precio: Vivir en un hotel probablemente no sea la opción más rentable en lo que a alojamiento se refiere.
- Falta de espacio: Aunque vivir en un hotel ofrece algunas ventajas de las que quizá no dispongas en casa, no es lo mismo que vivir en una casa con múltiples habitaciones y espacios habitables, a menos que derroches en una gran suite, claro.
- Control y privacidad: Los hoteles son entornos que cambian constantemente. Tus «vecinos» (por ejemplo, otros huéspedes del hotel alojados en habitaciones superiores, inferiores o contiguas a la tuya) cambiarán con frecuencia, y puedes acabar en situaciones con vecinos ruidosos o maleducados que afecten a tu calidad de descanso y de vida. Si algo se rompe, no podrás llamar a tu fontanero de marcación rápida: tendrás que esperar a que el hotel se encargue de ello.
- Sin dirección permanente: Planea conseguir un apartado de correos a través del Servicio Postal de Estados Unidos o un buzón UPS en una tienda local de UPS.
- Costes «ocultos»: Cosas como las tasas del complejo turístico o los impuestos pueden acumularse con el tiempo, especialmente si no estás utilizando todos los servicios que cubren estas tasas adicionales.
¿Merece la pena vivir en un hotel?
Tendrás que sopesar el coste de vivir en un hotel comparándolo con Airbnb u otros alquileres vacacionales. Y no olvides comparar los costes de vivir en un hotel con los de firmar un contrato de alquiler y vivir como inquilino.
También tendrás que considerar las comodidades que recibes a cambio. Por ejemplo, quizá una piscina, un gimnasio, un espacio de trabajo conjunto y un desayuno gratuito puedan hacer más atractiva una larga estancia en un hotel si se tienen en cuenta los costes adicionales que conlleva alquilar o poseer un apartamento o una casa, como el precio de la comida, la suscripción al gimnasio y al espacio de trabajo conjunto, el seguro, etc.
Ten también en cuenta que los distintos estados y regiones tienen normas de residencia diferentes, lo que significa que puedes evitar pagar impuestos o el IVA a partir de un determinado número de noches. Pregunta en el hotel o infórmate de las normas de la región, el país, el estado y el hotel que hayas elegido.
Y al final, cosas como la flexibilidad pueden ser importantes. Si tienes que pagar un alquiler cuando necesites trasladarte a otro lugar, la versatilidad que proporciona vivir en un hotel puede hacer que, a la larga, sea la opción más asequible.
Yuniet Blanco Salas