El racismo sigue siendo un problema estructural y cultural en muchas partes del mundo. Aunque los esfuerzos para combatirlo han avanzado, algunas ciudades y localidades tienen un historial y prácticas actuales que las colocan entre las más racistas del mundo moderno.
A continuación, se destacan algunos ejemplos basados en investigaciones, denuncias y análisis históricos.
1. Anna, Illinois (Estados Unidos)
Anna es uno de los ejemplos más conocidos de las «ciudades del atardecer» (sundown towns) en Estados Unidos, donde históricamente las personas negras no podían permanecer después del anochecer bajo amenaza de violencia.
Con una población mayoritariamente blanca, su historia incluye linchamientos y exclusión racial documentada desde principios del siglo XX. Aunque las leyes explícitas ya no existen, el legado de racismo sigue afectando la diversidad y la inclusión en la localidad.
2. Glendale, California (Estados Unidos)
Glendale fue también una «ciudad del atardecer», conocida por su exclusión racial sistemática durante décadas. Convenios de vivienda restrictivos y la presencia activa del Ku Klux Klan marcaron su historia, manteniendo a la comunidad blanca casi en su totalidad hasta bien entrado el siglo XX.
Aunque ha habido esfuerzos recientes para reconocer este pasado y avanzar hacia la inclusión, el impacto de esta segregación histórica aún se siente en la composición demográfica y social de la ciudad.
3. República Checa (Europa)
Según un estudio de la Universidad de Harvard, la República Checa es uno de los países más racistas de Europa. En particular, las comunidades romaníes enfrentan discriminación sistemática en áreas como educación, empleo y vivienda.
Actos extremistas contra minorías son comunes, con al menos 344 incidentes reportados en un solo año. El populismo y las políticas nacionalistas han exacerbado esta situación.
4. Denver, Colorado (Estados Unidos)
Aunque Denver es una ciudad diversa, un estudio reciente reveló que ha experimentado un aumento significativo en la segregación racial residencial desde 1990. Vecindarios históricamente habitados por comunidades afroamericanas han sido afectados por gentrificación, lo que ha desplazado a muchos residentes de color hacia áreas periféricas con menos recursos económicos y sociales.
5. Qatar (Oriente Medio)
En Qatar, el racismo está profundamente ligado al trato hacia los trabajadores migrantes, quienes constituyen casi el 90% de la población del país. Estos trabajadores enfrentan condiciones laborales abusivas y discriminación sistemática basada en su origen étnico.
A pesar de reformas recientes bajo presión internacional, el país sigue siendo criticado por sus prácticas excluyentes.
6. Bogotá (Colombia)
En América Latina, Bogotá registra el mayor número de casos reportados por discriminación racial en Colombia. Las comunidades afrodescendientes enfrentan barreras estructurales significativas en acceso a empleo, educación y representación política. Aunque existen leyes contra el racismo, su implementación sigue siendo limitada.
Estas ciudades y localidades reflejan cómo el racismo puede manifestarse tanto a través de políticas históricas como prácticas actuales. Desde exclusión residencial hasta discriminación laboral o violencia contra minorías, estas dinámicas subrayan la necesidad urgente de combatir el racismo estructural e institucional en todo el mundo.
Si bien algunas comunidades están trabajando para reconocer y abordar estos problemas, queda mucho por hacer para lograr una verdadera equidad e inclusión global.
Yuniet Blanco Salas